Los Paraísos
Artificiales [1] [2]
Por Dacio Medrano: Ejecutivo de Cuentas
Imagen tomada de: http://ow.ly/zuvUZ
Un soldado estadounidense viajó a Irak en Octubre
de 1990 para transportar equipos en la Guerra del Golfo pérsico. Pasó la mayor
parte del tiempo en un jeep, nunca entró en combate. Observó columnas de humo
en la distancia y escuchó algunas detonaciones, pero eso fue todo.
Cuando volvió a casa, un amigo le preguntó cómo
había sido estar en la guerra. Quería detalles de operaciones secretas con
helicópteros y francotiradores. La mujer le dijo: “El desierto es enorme, es
impresionante. Pero no caí en cuenta de todo hasta que Joe me mostró lo que
había grabado.” El amigo, confundido, solo alcanzó a repetir: “Lo que grabó
Joe…” y la mujer contestó: “Ya sabes, la guerra en CNN con los bombardeos y
todo eso.”
Un piloto de 26 años de edad participó en los
ataques aéreos de enero de 1991 a bordo de un F-15E Strike Eagle. Mientras le
contaba a su hermano los detalles del avión y de la operación en la que estuvo
involucrado dijo: “Piensa en After Burner y Flight Simulator, la palanca de
control de vuelo es como la del arcade, es igual a esa, hasta el botón es rojo.
La pantalla, el sistema de miras, es muy parecido ¿te acuerdas?”
“Es gracioso cómo los colores del mundo real solo
parecen realmente reales cuando los miras en la pantalla.” La Naranja Mecánica
anunciaba que la Hiperrealidad había comenzado.
En 2013, un hombre en Tampa Bay grabó un tornado y
subió el video en Youtube. Varios usuarios comentaron que era falso. Algunos
afirmaron ser expertos y explicaron con detalles técnicos cómo se había
realizado el montaje. El autor del vídeo respondió que había grabado el
fenómeno directamente desde su celular y que en ningún momento había alterado
las imágenes. No le creyeron. Entonces comenzaron a insultarse y a discutir
sobre efectos especiales, programas de edición y fenómenos naturales. La
mayoría se olvidó del tornado.
La cámara fija de un canal de noticias en México ha
captado imágenes de objetos no identificados ingresando al volcán Popocatépetl.
Muchos afirman que los vídeos son falsos. Un grupo ha acusado al canal de
transmitir imágenes sensacionalistas para distraer a la gente de sus verdaderos
problemas. Según el noticiero, los vídeos fueron analizados por un grupo de expertos
que confirmaron que el material no había sido manipulado. El debate continúa.
Frente a la pantalla permanecemos perplejos, sobre
estimulados y llenos de dudas. Los ojos ya no pueden decirnos qué es real.
Nunca antes los sentidos estuvieron tan abrumados por la simulación y el caos
informativo. Comenzamos a vivir con una sensación constante de no poder
percibir la realidad, de confundirla con algo más. Detrás del grito: “FAKE!”
hay un cinismo irónico que es liberado como mecanismo de defensa.
La fotografía y el vídeo ya no sirven como
evidencia. La imagen ha perdido su validez como referente. La conciencia ya no
es capaz de identificar la simulación. La retina no consigue verificar la
realidad, la certeza sensorial ha sido parcialmente inhabilitada. El “Ver para
creer” de Tomás se ha convertido en una falacia postmoderna, el mapa de los
cartógrafos de Borges ha caído sobre todos.
En las condiciones actuales, no es posible
simplemente apagar la televisión, porque es ella quien nos mira. La totalidad de
la experiencia humana ha sido televisada, somos parte de la ilusión. La
realidad es producida, dirigida, editada y sintonizada, la pantalla es mucho
más que entretenimiento, es un nuevo parámetro de existencia, el rango de
espectro en que vivimos. Comparamos la vida con los espejismos de la caja,
Internet es solo la evolución del concepto.
El camino de la representación ha sido agotado, la
evolución de la simulación implica la transformación: la realidad puede, y
debe, ser aumentada. Observador omnisciente, todo el tiempo en todas partes.
Glass. Impresoras 3D. Avatares. Domos Interactivos. Computación Cuántica. La
tecnología ha puesto en marcha dos movimientos: el perfeccionamiento de la
simulación hasta hacerla indistinguible de la realidad y el mejoramiento de lo
real a través de la integración tecnológica. Ambos procesos se han trasladado a
un espacio en el que pueden fusionarse. Si la Hiperrealidad es la incapacidad
de distinguir la realidad de su simulación, la Realidad Aumentada es la
transformación de la realidad por medios tecnológicos. La inscripción del
Templo de Apolo en Delfos ha sido actualizada, ahora reza: “Constrúyete a ti
mismo”.
La humanidad, tal vez inconscientemente, ha
dirigido su propia evolución por milenios: herramientas, construcciones,
sistemas y ciudades, son expresiones de ideas, conceptos y visiones que han
transformado radicalmente la topografía del planeta. La civilización es la
manifestación física de nuestro viaje interior. Teléfonos, cámaras, tabletas y
computadoras funcionan como extensiones de nuestros cuerpos que atraviesan el
tiempo y el espacio. Son apéndices de nuestros órganos, en cierto sentido ya
somos cyborgs. Es un estado actual en una serie de intervenciones que hemos
realizado sobre la naturaleza. La medicina, el tren, el avión y el automóvil.
La máquina, el fuego y la producción en masa. El proyecto humano quiere abolir
la muerte y satisfacer deseos. El fin siempre ha sido el mismo: Eternidad y
Progreso.
Somos restauradores enajenados por una intuición
original: el mundo no es todo lo que podría ser. Desde entonces hemos intentado
lidiar con la carencia de distintas maneras: Dios, Ciencia, Economía, Arte,
Entretenimiento. Nos gustaría creer en un Dios pero no encontramos pruebas
irrefutables de su existencia. La violencia, la injusticia y el sufrimiento,
encarnados principalmente en el sometimiento del hombre por el hombre, han
diluido nuestra fe en la trascendencia. Si ha de existir un futuro, debemos
construirlo nosotros mismos. Sin embargo no conseguimos ponernos de acuerdo,
uno de nuestros mayores fracasos es la falta de consenso. Mientras tanto, hemos
realizado el nihilismo tecnológico y descubrimos que no es tan molesto como
habíamos imaginado.
El pluralismo de valores no nos obliga a escoger
ninguno, todo es relativo, cada quien hace lo que puede de acuerdo a sus
circunstancias. Avanzamos hacia el futuro dirigidos por el espíritu de los
tiempos, un cinismo pop esquizoide y reaccionario adicto al progreso,
hambriento de atención y de fama, comprometido a fabricar sus propios paraísos
artificiales mientras canta: “la realidad será lo que yo quiera”.
El arrebato biotecnológico es la última profecía posmoderna…”y Jesús volverá digitalmente para juzgar avatares inmortales.”
El arrebato biotecnológico es la última profecía posmoderna…”y Jesús volverá digitalmente para juzgar avatares inmortales.”
[1] Proyectos Avatares Digitales. [en línea]. 2045 Iniciative. <http://2045.com>
[2] Cerebros Digitales: Vivir para siempre. Diario.latercera.com [en línea]. Tendencias <http://ow.ly/zutQo>
[2] Cerebros Digitales: Vivir para siempre. Diario.latercera.com [en línea]. Tendencias <http://ow.ly/zutQo>
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